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SI
1. Vitamina C.
Consumir esta vitamina ayuda a inmunizarte y te ayudará la próxima vez que te encuentres bajo presión.
2. Prebióticos.
Cuida tu intestino comiendo ajo, cebolla y espárragos.
3. Potasio.
Ayuda a hidratar los minerales de nuestro cuerpo tras de una dieta rica en sodio.
4. Magnesio.
Este nutriente ayuda a luchar contra la fatiga y el dolor de cabeza.
5. Infusiones.
Te ayudarán a relajarte y tomarte un respiro.
NO
1. Azúcar refinado.
El dulce en la sangre te genera un impulso muy rápido pero como consecuencia después te sentirás cansado y de mal humor.
2. Sal.
Un exceso de sal puede incrementar nuestra presión sanguina y con el tiempo hacernos desarrollar hipertensión.
3. Cafeína.
Ingerir mucha cafeína nos puede dejar nerviosos y ansiosos.